Caracas, 19 nov (PL) La ascendente espiral de los precios de productos de primera necesidad ahoga hoy a la población y es ya el principal problema que enfrentan las autoridades de Venezuela.
La semana que concluyó fiscales de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ordenaron bajar de 20 por ciento a 10 por ciento los precios de las hortalizas, carnes y charcutería que son vendidos en el mercado de Quinta Crespo aquí en Caracas.
El superintendente informó que estas medidas que se tomarán diariamente son para atacar la guerra económica, «en especial los días con más afluencia de personas para que puedan realizar sus compras de primera necesidad», informaron en Twitter.
El Comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral de Distrito Capital (ZODI 41), general de división Fabio Zavarse, dijo que en el lugar se desplegaron más de 200 fiscales del organismo de precios justos, acompañados de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), con la finalidad de atacar el alza de precios y evitar el acaparamiento de productos y así garantizarle al pueblo unas Navidades Felices 2017.
Este es solo un ejemplo, de lo que hace el gobierno para enfrentar un problema que es más amenazante que las guarimbas y sus conocidas acciones de violencia.
El comentarista y director del diario Ultimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel en su habitual columna de opinión de los domingos señaló que en «cualquier conversación sobre ese tema, surgen numerosos ejemplos de lo que está ocurriendo con los precios de los productos alimenticios, de la dieta diaria».
Es el asunto que seguramente retiene más la atención de los venezolanos de casi todas las clases sociales, afirmó.
«Existen dos factores determinantes, el primero es el incesante aumento del dólar sucio, que si hoy está en cerca de 70 mil bolívares, en diciembre puede acercarse a los cien mil. Sin que exista ningún factor real de la economía gravitando. Detrás de esa situación están intereses políticos antivenezolanos. Y el otro factor es la especulación».
Precisó Rangel que en «cualquier conversación sobre ese tema, surgen numerosos ejemplos de lo que está ocurriendo con los precios de los productos alimenticios, de la dieta diaria. Y no es que están desaparecidos, todos se encuentran, pero a precios enormemente escandalosos.»
Al respecto de la forma de enfrentar esta situación, plantea,» ¿Qué hacer? Complejo y difícil el problema. Algunas veces la gente se pregunta si es que en el Gobierno no se dan cuenta. Por supuesto que están conscientes de lo que ocurre».
El problema es la comidilla diaria de los venezolanos que reparten culpas a diestra y siniestra, de las que incluso, y pese a sus esfuerzos, no escapa ni el gobierno.
Hay, más que expectativa, ansiedad en las familias venezolanas que se ven maniatadas y afectadas por un problema que tiene su desencadénate, principalmente, en el exterior, en eso que se llama hoy dólar paralelo, dólar sucio o cualquier calificativo usado para definir ese instrumento de la guerra económica contra el pueblo, al final la víctima del enfrentamiento.
Una de las medidas, una de las líneas de acción para ponerle freno a este flagelo despiadado que atenta contra la estabilidad del país es esta ley de precios acordados y este mecanismo, más que ley, un mecanismo de regulación de precios». Ver para creer. Hay que tener paciencia. Ojalá sea así, comenta Díaz Rangel.
Venezuela, los precios ahogan a la población
Por Luis Beaton